El cachirulo



El cachirulo es una de las señas de identidad más reconocibles de las fiestas del Pilar

Se trata de una derivación del pañuelo del atuendo tradicional aragonés, que los hombres solían llevar anudado a la cabeza durante las labores de labranza. Pese a que a lo largo y ancho de la geografía aragonesa  puedan encontrarse múltiples trajes tradicionales y una amplia variedad de pañuelos, esta versión a cuadros rojos y negros ha terminado por ser una de las imágenes más representativas de la comunidad autónoma y de las fiestas patronales de su capital, Zaragoza.



Se dice que el origen del cachirulo es musulmán y que su uso estuvo muy extendido entre la comunidad morisca hasta entrado el siglo XVII, si bien su apariencia no tenía por qué ajustarse a la que estamos acostumbrados hoy en día. Este modelo a cuadros rojos y negros debe gran parte de su popularidad a la obra de Demetrio Galán Bergua, un médico rural y estudioso del folclore aragonés que realizó una importante labor de promoción cultural regionalista a mediados del siglo XX.



En 1953, Demetrio Galán crea la asociación Amigos de la Jota con el objetivo de reivindicar el papel de este baile regional. Pocos años después, en 1964, funda la peña El Cachirulo como un lugar de encuentro donde los habitantes de Zaragoza podían disfrutar de la gastronomía y la cultura propia de la ciudad. Por norma general, todo zaragozano tenía permitido el acceso a esta peña siempre que llevase sobre los hombros el mantón tradicional, en el caso de las mujeres,  o el popular pañuelo de labranza anudado a la cabeza, en el caso de los hombres. Es entonces cuando esta prenda pasa a ser conocida con el nombre de cachirulo y su figura comienza asociarse fuertemente a las actividades populares y festivas de la ciudad.



Actualmente, la presencia del cachirulo es absoluta durante las fiestas del Pilar. Ya sea formando parte o no del traje popular, tanto hombres como mujeres lo portan anudado a la cabeza o a la muñeca, alrededor del cuello, colgando del cinturón o de cualquier otra manera que permita que este sea visible. Asimismo, el ajedrezado rojo y negro se ha convertido en todo un patrón institucional de las fiestas y puede verse en camisetas, pancartas o incluso carteles publicitarios, por citar algunos ejemplos.

Definitivamente, las fiestas del Pilar se viven mejor en compañía de un buen cachirulo.