Si la actividad popular zaragozana tiene un centro neurálgico, este es sin dudas la Plaza del Pilar. Este espacio público de más de 24 000 metros cuadrados de extensión ha ido evolucionando con el paso de los siglos hasta lograr su aspecto, carácter y fama actual.
Poco se sabe del germen de la plaza. Solo que este lugar aparece ya documentado en el siglo XVI como sitio de reunión pública. Por aquel entonces la extensión de la plaza era muy inferior a la actual, aunque su finalidad era ya la de un lugar público donde se centralizaban los principales actos populares de la ciudad. No en vano, en 1647 esta aparece descrita como un lugar de diversiones profanas.
A finales del siglo XVII se amplía la plaza hasta la fachada del Pilar, que se encontraba en plena reforma barroca. La diferencia de altura entre la plaza y el templo obliga a proyectar también una escalinata que permita el descenso desde la plaza hasta la puerta principal del edificio. Esta primera reforma es totalmente anulada por otra que tuvo lugar entre los años 1717 y 1718 y en la que comenzó a configurarse la apariencia actual del lugar.
Como curiosidad, la plaza fue el escenario de la primera película de cine español. Esto sucedió en 1897, cuando Eduardo Jimeno Correo filma Salida de la misa de doce de la iglesia del Pilar de Zaragoza, punto de partida de todo el cine rodado en España.
Llega el siglo XX y con él la Guerra Civil. Tras ella, una maltrecha Zaragoza comienza a acometer reformas que incluyen la demolición de un gran número de calles y plazuelas en los alrededores del Pilar. Así, Regino Borubio proyecta una nueva plaza que ya contará con la extensión actual: entre la iglesia de San Juan de los Panetes y la plaza de la Seo. Este nuevo espacio rectangular aparece repleto de jardines, arboledas y aparcamientos públicos.
La última reforma de la Plaza del Pilar tiene lugar entre los años 1989 y 1991. Los jardines y zonas de árboles son eliminados para construir un gran parking subterráneo, el monumento a los caídos es trasladado al cementerio de Torrero y se instalan otros como la Fuente de la Hispanidad o la bola del mundo. Se adopta entonces el aspecto actual: completamente peatonal, sobria y desprovista de zonas verdes. Tras esta última reforma, la del Pilar se convierte en la plaza peatonal más extensa de Europa y en la segunda del continente, solo por detrás de la Plaza Roja de Moscú.
Pese a su aparente sobriedad, en este espacio se encuentran algunos de los grandes hitos culturales y artísticos de la ciudad: la basílica del Pilar, la catedral de la Seo, la iglesia de San Juan de los Panetes con su torre inclinada, La Fuente de la Hispanidad, el monumento a Goya, la Lonja, el ayuntamiento de la ciudad o el pasaje del Ciclón.
Actualmente, la Plaza del Pilar es el escenario de múltiples actividades y concentraciones populares. Durante las fiestas del Pilar tienen lugar conciertos gratuitos y actuaciones folclóricas, pero también es el sitio donde se pronuncia el pregón inaugural o donde concluyen las ofrendas de flores y frutos. Durante el resto del año la actividad no cesa gracias a la celebración de mercadillos y ferias de diversa temática. Por aquí también pasan varias procesiones y, en Navidad, se monta el belén más grande de España.
La Plaza del Pilar es en definitiva el auténtico centro de la ciudad, un lugar de actividad, arte y cultura que cobra especial vida durante las fiestas del Pilar.