Este palacio fortificado es el mejor ejemplo de arte y arquitectura de taifas en España. Su construcción tuvo lugar durante la segunda mitad del siglo XI, aunque las continuas remodelaciones han hecho de él un conjunto artístico de incuestionable valor que aglutina numerosos estilos entre sus muros. A lo largo de los años ha sido residencia de monarcas musulmanes y cristianos, fortaleza militar y sede de las Cortes de Aragón.

Se trata de un monumento imprescindible para comprender y conocer la historia y el arte local. Después de El Pilar, es el espacio turístico más visitado de Zaragoza.